El colorido de las flores y el papel picado, el aroma del cempasúchil y la garra de león o terciopelo, la fruta, la comida y los dulces, además, de las catrinas, esqueletos y hasta "fantasmas", forman parte del Concurso Anual de Ofrendas de "Día de Muertos, Tradición Viva en Azcapotzalco", donde el visitante se encontrará con la alegría y el misticismo de esta ancestral celebración.Durante este gran acontecimiento participan 130 ofrendas de los chintololos, de personas del interior del país, universidades y empresas, evento que resulta lucido al instalarse sobre la Calzada Camarones, a la altura de la calle Yuca y hasta Eulalia Guzmán, colonia Nueva Santa María.
Las ofrendas se colocan desde hace más de ocho años en el camellón a partir del 1 y hasta el 4 de noviembre. Está ataviada con diversos temas alusivos a la muerte en todas sus manifestaciones, las cuales varían según la creatividad del participante.
Un jurado calificador integrado por artistas plásticos y personas especializadas en el tema, elegirán el trabajo más interesante y original alusivo a los difuntos. Los tres primeros lugares recibirán premios de 10 mil, siete mil 500 y cinco mil pesos, respectivamente.
De ese modo, el jurado está conformado por Jaime Santillán y Adrián Villarsa Benítez, reconocidos artistas plásticos, además, representantes del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) como Salvador González López, secretario de promoción y el maestro Primitivo Rojas de la sección de enseñanzas; y, Germán Villarreal, actor y maestro de teatro.
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